Para quienes disfrutan las actividades al aire libre, sobre todo si tienen una cuota de aventura, emoción y adrenalina, Iguazú es el destino ideal
para realizar turismo de aventura en Argentina. Envuelta por un
escenario paradisíaco, Iguazú te ofrece la opción de experimentar la
selva en forma diferente con dos excursiones en cataratas que apuntan a esto, la Gran Aventura e Iguazú Forest.
Tras una jornada recorriendo el Parque Nacional Iguazú
Nada mejor que finalizar la visita con la Gran Aventura Cataratas, un
paseo dividido en dos partes, especialmente organizado para vivir estos
dos componentes que integran el paisaje, el río y la selva. La primera:
un recorrido de 5 km por la selva a través del sendero Yacaratiá en
vehículos todoterreno especiales. Durante el viaje un guía nos contará
acerca de las riquezas naturales y culturales del parque y se podrá
admirar la fauna y la flora local.
Una vez en Puerto Macuco, y provistos de chalecos salvavidas y un bolsón impermeable para guardar nuestras pertenencias, embarcamos en un semirrígido para comenzar el segundo tramo: remontar a toda velocidad los rápidos de la parte inferior del río Iguazú zigzagueando en contra de la corriente y sorteando rocas y troncos hasta llegar muy cerquita de los saltos San Martín, Tres Mosqueteros y Garganta del Diablo para vislumbrarlos desde abajo. Nada más placentero que sentir en la cara el viento que se encajona en el cañón y el sol cálido de la tarde. El momento de máxima adrenalina y máxima felicidad llega cuando el bote se coloca en paralelo y muy cerquita de los saltos San Martín y Tres Mosqueteros para sentir una y otra vez toda la energía y la fuerza del agua que se levanta al golpear contra la piedra y que baña la embarcación, silencia los incontenibles gritos y empapa a todos los pasajeros. ¡Una experiencia alucinante, que deben vivirla! El recorrido finaliza frente a la isla San Martín donde todos descendemos felizmente renovados y mojados tras este bautismo en las Cataratas. Esta es una de las excursiones en Iguazú más recomendada y ciertamente una de las más emocionantes.
Una vez en Puerto Macuco, y provistos de chalecos salvavidas y un bolsón impermeable para guardar nuestras pertenencias, embarcamos en un semirrígido para comenzar el segundo tramo: remontar a toda velocidad los rápidos de la parte inferior del río Iguazú zigzagueando en contra de la corriente y sorteando rocas y troncos hasta llegar muy cerquita de los saltos San Martín, Tres Mosqueteros y Garganta del Diablo para vislumbrarlos desde abajo. Nada más placentero que sentir en la cara el viento que se encajona en el cañón y el sol cálido de la tarde. El momento de máxima adrenalina y máxima felicidad llega cuando el bote se coloca en paralelo y muy cerquita de los saltos San Martín y Tres Mosqueteros para sentir una y otra vez toda la energía y la fuerza del agua que se levanta al golpear contra la piedra y que baña la embarcación, silencia los incontenibles gritos y empapa a todos los pasajeros. ¡Una experiencia alucinante, que deben vivirla! El recorrido finaliza frente a la isla San Martín donde todos descendemos felizmente renovados y mojados tras este bautismo en las Cataratas. Esta es una de las excursiones en Iguazú más recomendada y ciertamente una de las más emocionantes.
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